Descreo del sueño;
espero a la sombra
de piedra, sin miedo,
únicamente con el deseo
egoísta de verte:
Sola, triste, desesperada.
Puedo clavarte los dedos en la piel,
pero estoy muy cansado para hacerlo.
Emiliano D.
miércoles, 6 de febrero de 2008
sábado, 2 de febrero de 2008
Sin
Hasta que el fuego me queme
voy a soñarte
desnuda.
Un deseo que lo
derrite todo.
Manos de arena.
Palabras mudas.
Y con los labios de cemento
volver a la tierra,
o a la piedra
donde suelo ocultarme
del sol.
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