jueves, 10 de julio de 2008

La piedra que soy

La procesión de sustos fabula,
deambula inconsciente por ahí,
es y no es un grosor en la mirada,
la jaula de caramelo ácido
en blister de metal.
Suenan cornetas pidiendo, entre idecisiones,
una víctima más.
Nosotros austeros corriendo (llevando al que
no vendrá).

Golpes son truenos en la noche negra.

Sangre de colores y cuerpo de acero
nadando en la tierra;
todas las palabras resultan inexistentes
para nombrarlos,
entra la procesión al mundo, sonrisas, abrazos.
El agua tiniéndose en tu boca dulce
en tu piel inquieta;
el mar es una laguna de dientes
afilados y colmillos.

Hay imagen, hay dios.

La fila haciéndose sombra gaseosa
frente a la luz,
huir es sólo una excusa mientras
nuestros golpes son certeros,
en el pararaíso los enemigos caen lento
y nuestra eternidad vuelve a equivocarse.

Emiliano D

miércoles, 4 de junio de 2008

Te creí

Por perderte veo en jaulas a golpes de puerta cerrada
Lo que a no ser cierto debería preocuparme
Pero la cáscara no me deja tiene presente la cáscara rota
que en vano antes de conocerme te pedí implorante
Te dije necesaria te creí muerta para llorarme
Te encontré pérdida así es que escribo
A vos se parece la voz que me escribe
Y no me deja que seas lo que quiere

Rulo

viernes, 23 de mayo de 2008

Hay veces que las voces

Hay veces que las voces
hacen piedra la garganta
para que exista lo grave.
Hay veces que veloces
nos arrojan a los huesos
por el sabor de la carne.


Sebas Rulo


jueves, 15 de mayo de 2008

Fantasmas

Más allá de lo profundo
está el deseo,
dudas e interrogantes,
decepciones.
Hoy mis palabras son espejismos
sin sabor, con perfume
a derrota.
Se quiebra la voz,
tenues gemidos inciertos,
imágenes de redención.

Perdido el dolor,
detenidos mis pasos en la
arena del tiempo,
un viento seco cruzando
el desierto; puro engaño.

Estoy encadenado a
garabatos sin tinta
a gritos sueltos
a caricias de sangre.

Aún enfermo vuelvo a
sanar; quizá,
desaparezca nuevamente.

Emiliano D

miércoles, 30 de abril de 2008

Charla muda con la duda

La transmisión se corta
y quedamos suspendidos
buscando un más allá;
somos nada y la angustia es grande.
Qué hacer con nuestro
cuerpo lleno de dudas,
si las mentiras nos rodean
intentando explicar lo vivido.
Sentidos abarrotados, inundados
en sensaciones universales.
Dios nos dejó hace rato,
ya no hay manos para aferrarse
ni soluciones mágicas.
Dentro del huracán, con la lluvia
y el viento dando latigazos,
me siento a esperar
el sol.

Emiliano D

miércoles, 23 de abril de 2008

En

En cierto momento de mi caída, decidí arrancarme el pene y ponérmelo en la frente, como un curioso faro…
Cuando mi cabeza soñaba, la verga se irritaba terriblemente; pero cuando ella quería iluminar mis ojos, los sesos, necios, se negaban a ver.
Por ello, decidí arrancármelo otra vez y escribir con él: lo que tal vez pudiera mostrarme el corazón.


Juan



miércoles, 16 de abril de 2008

Escondido con la felicidad

Comprendió la razón por la cual
ya había perdido,
sentía, leve, una gota de alivio;
caía la tarde miope.

Fueron pasos secos
llevándolo hasta el destino que, inexperto,
lo esperaba.
Las sensaciones eran a sólo cadenas,
murciélagos blancos, un mar de piedra.
Lo vio todo sin cerrar los ojos:
su piel cuarteada deshaciéndose con el
tiempo. Es culpable como los demás y lo sabe.

La noche parecía un sin fin de lunares
blancos en un paño azul.

Emiliano D

Las alas

Un batir de alas y remonta vuelo, dibuja una trayectoria solitaria y vuelve al punto de partida. Vuelto autómata, el monstruo retoma la acción cada vez que la máquina introduce un cambio notable en su entorno.

-Estás pensativo- dice ella. Contesto tarde, duerme.

Karl Palotti


martes, 4 de marzo de 2008

Vos y las cosas que te molestan

Escapan por la luz lejana
tus deseos perfumados
invictos;
estás desnuda de alma
riendo, jugando.

La noche es una guerra muda.

Vuelven desde el fondo
bailando,
ahora disfrazados de ilusión,
una ilusión asesina, suicida.

La lluvia se detuvo asustada
y tu boca es una ola furiosa.

El viento siente en las hojas.
El tiempo se deja morir.

Emiliano D

miércoles, 6 de febrero de 2008

Hacemos que bailamos

Descreo del sueño;
espero a la sombra
de piedra, sin miedo,
únicamente con el deseo
egoísta de verte:

Sola, triste, desesperada.

Puedo clavarte los dedos en la piel,
pero estoy muy cansado para hacerlo.

Emiliano D.

sábado, 2 de febrero de 2008

Sin

Hasta que el fuego me queme
voy a soñarte
desnuda.
Un deseo que lo
derrite todo.

Manos de arena.
Palabras mudas.

Y con los labios de cemento
volver a la tierra,
o a la piedra
donde suelo ocultarme
del sol.

Emiliano Dillon