Escapan por la luz lejana
tus deseos perfumados
invictos;
estás desnuda de alma
riendo, jugando.
La noche es una guerra muda.
Vuelven desde el fondo
bailando,
ahora disfrazados de ilusión,
una ilusión asesina, suicida.
La lluvia se detuvo asustada
y tu boca es una ola furiosa.
El viento siente en las hojas.
El tiempo se deja morir.
Emiliano D
martes, 4 de marzo de 2008
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